El yoga ha ganado mayor popularidad durante los últimos años. Algunas personas comienzan la práctica de yoga con el objetivo de mantener su cuerpo en forma, por recomendación médica, buscando estabilidad emocional o mental, o por un tema espiritual. Lo cierto es que cualquiera que sea la razón que los impulse a iniciar, el yoga tiene múltiples beneficios para la salud, y los que lo practican de forma constante y disciplinada, han manifestado sentir un cambio positivo en su cuerpo y salud.
El yoga consiste en una práctica que busca tomar consciencia de la unión que existe entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Esta práctica tiene varios componentes esenciales. Ejemplo de ellos son sus principios o reglas de vida (yamas y niyamas), el control de la respiración (prananayama), la meditación (dhyana), entre otros. Sin embargo, en Occidente, el más popular de estos componentes, son las posturas o asanas. Se trata de una serie de posturas que se realizan con el cuerpo y que usualmente se efectúan en forma fluida, pasando de una postura a otra, y en conexión con la respiración.
Estos ejercicios tienen un enorme impacto en el cuerpo y la salud de las personas que los practican, lo que ha generado curiosidad en muchas de las más prestigiosas universidades del mundo, que cada vez realizan más investigaciones sobre los beneficios de la práctica del yoga.
Algunos de estos beneficios son:
Mejora la tonificación muscular, la coordinación motora, la postura y la flexibilidad.
Ayuda las personas que padecen ansiedad, estrés, depresión, problemas de sueño, problemas de concentración y ayuda a la relajación.
Ayuda en el manejo del estrés que producen los tratamientos en personas con cáncer y algunas otras enfermedades.
Mejora el funcionamiento del sistema digestivo.
Apoyo en el tratamiento de padecimientos del corazón. Hay estudios que indican que en combinación con una dieta adecuada, los pacientes con padecimientos del corazón y que además practican yoga, mejoran sustancialmente su condición, pues logran disminuir el colesterol en la sangre, el estrés, bajan la presión sanguínea, así como la frecuencia y severidad de los dolores en el pecho.
También se ha utilizado en el tratamiento de la hipertensión.
Beneficia a personas con problemas respiratorios como por ejemplo el asma.
Ayuda en el tratamiento de enfermedades crónicas y degenerativas.
También se ha demostrado que ayuda en el tratamiento de lesiones, dolores de espalda, problemas hormonales, entre otros.