En la entrevista de hoy tenemos a un paciente del servicio de fisioterapia con casi 1 año y medio de permanencia en el mismo servicio, con un programa de recuperación largo y muy duro pero que ha dado sus frutos.
Su nombre es Gabriel Riera y ahora nos contará su historia:
- Como conociste el servicio de Fisioterapia de s’Aiguablava ahora Illes s’Aiguablava?
El fisioterapeuta del hospital me indicó que otro paciente suyo que había tenido la misma enfermedad había asistido al servicio de Fisioterapia de este centro para recibir sesiones de rehabilitación acuática en piscina y que le había funcionado muy bien y gracias a ello había mejorado con mucha más rapidez.
- Cuéntanos un poco tu caso…
En agosto del 2014 se me diagnosticó un Síndrome de Guillain-Barre, una poliradiculoneuropatia. Este síndrome se desarrolla a raíz de una equivocación del sistema inmunológico el cual en lugar de atacar a una infección bacteriana (que en mi caso era una Fiebre Q difícil de diagnosticar), ataca al sistema neurológico, provocando un proceso de desmielinización de los nervios en piernas, brazos, músculos del cuello e incluso al sistema pulmonar, y que en mi caso llegó hasta el axón del nervio. Quedé totalmente paralizado, sin fuerza, sin movilidad en brazos, piernas, zona de la cintura y también me afectó al sistema de deglución. Ello implicaba que mi familia me debía ayudar a hacerlo todo (dar de comer, vestirme, llevarme al baño, limpiarme…).
- Por qué no decidiste realizar un proceso de recuperación con tu fisioterapeuta del centro?
Como ya he indicado el fisioterapeuta del hospital donde estuve ingresado me aconsejó que además de la fisioterapia que allí realizaba llevara a cabo sesiones de fisioterapia en medio acuático, ya que este tipo de afectaciones neuromusculares se trabajan mucho mejor en agua y su recuperación es más visible y rápida, ya que el cuerpo no aguanta tanta presión como cuando realizas la terapia en seco. Me explicó que un expaciente suyo que también había sido afectado por el mismo Síndrome había acudido al servicio de s’Aiguablava y que había quedado encantado.
- Que valoración te merece tu Fisioterapeuta Andreu Duran?
A Andreu Duran le debo, y no es exageración, mi actual vida. El hecho de ser fisioterapeuta y además licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, le ha dado y le da un conocimiento mucho más profundo de como funciona tu cuerpo y como reacciona ante el trabajo físico neuromuscular. A parte me ha ayudado muchísimo a nivel psicológico, animándome en los malos momentos de la enfermedad cuando lo único que quieres es tirar la toalla, cuando el dolor te impide seguir adelante él estaba y está allí para darme fuerza para seguir luchando. Es mi fisioterapeuta, mi psicólogo y espero que llegue a ser mi amigo.
- Que opinas de tu propio proceso de evolución?
Es un proceso duro, porque de un día para otro ves como tu vida, sin haber hecho nada, cambia radicalmente. El día anterior habías podido ir a correr, a nadar, hacer fitness y al día siguiente ya no puedes levantar los brazos, las piernas no te aguantan. He luchado mucho, he sido cabezota en este aspecto y ahora al cabo de 16 meses de rehabilitación puedo llevar una vida «casi» completa, con secuelas, pero lo más digna posible.
- Que valores añadidos te ha aportado este proceso de recuperación?
Me ha enseñado que las cosas llegan rápido pero se van muy lentamente, si se van. Me ha enseñado a ser fuerte, a afrontar la vida con otras perspectivas, a luchar, a no rendirme cuando el mundo se te cae encima. Han aflorado fuerzas de allí dónde yo creía que no había, y a descubrir que el deporte debe formar a partir de ahora de mi vida, ya que gracias a la actividad física que Andreu me ha recomendado mi avance ha sido más rápido y espectacular.
- Recomendarías el servicio a tus conocidos?
Totalmente. A mi me ha ayudado enormemente y sobretodo encontrar a alguien como Andreu que te dé confianza, seguridad, fuerza para seguir adelante.
- Muchas gracias por tu tiempo y si quieres añadir algo más…
Una sola cosa. La figura del Fisioterapeuta es muy importante pero si el paciente no pone un 300% de su parte, si no se deja aconsejar, llevar, asesorar, poca cosa puede hacer el terapeuta. Hay que ponerle ganas y tesón a la recuperación.