Hasta ahora este elemento si se veía en algún gimnasio era para subir la cuerda, sobre todo como ejercicio específico para oposiciones de bomberos. Sin embargo, la cuerda nos ofrece muchas posibilidades de trabajo desde el punto de vista del entrenamiento funcional. Además de ser un medio de trabajo sencillo, económico y de nulo mantenimiento, la cuerda es un elemento muy polivalente que lo puede utilizar desde el iniciado hasta el deportista de élite. En los iniciados la cuerda nos puede servir como simple medio de trabajo de fuerza conresistencia incrementada con levantarla de forma lenta y controlada podemos realizar curl y press para el trabajo del tren superior con involucración de los estabilizadores de tronco. Estos simples ejercicios nos pueden servir como trabajo previo a ejercicios más exigentes.
Al elevar la cuerda, la resistencia a vencer será cada vez mayor y es que aunque no lo parezca, este tipo de material tiene un peso considerable. Los vectores de fuerza no son como el peso libre donde actúan en el eje vertical, sino que aportan un componente transversal que modifica la dirección de la resistencia. Estas variables tanto de carga como de dirección, obligan a un ajuste neuromotor de la postura y el control postural, proporcionando movimientos motrízmente mas interesantes que incluso el peso libre. Por tanto, aunque sean movimientos muy sencillos, lo cierto es que aportan una gran riqueza motriz. Para iniciarnos en el manejo de la cuerda podemos realizar multitud de movimientos como curl de bíceps, press de hombros, elevaciones laterales, etc. Pero su verdadera función y utilidad viene para trabajos funcionales más exigentes donde se maneja con cierta velocidad, el trabajo con inercias y movimientos con impulsos aplica estímulos que sin duda tienen gran transferencia hacia gestos deportivos donde existen estas características como deportes de lucha, de raqueta, lanzamientos, etc. o simplemente una forma de trabajar la estabilidad, el core e incluso la coordinación intermuscular con un trabajo de fuerza-resistencia exigente. Este trabajo dinámico a una velocidad elevada, requiere un control exigente tanto en la musculatura agonista como antagonista de los brazos, en este caso bíceps y tríceps se deben coordinar de forma eficiente en sus contracciones concéntricas y excéntricas para provocar este movimiento, un movimiento que desde luego se acerca mucho más a la realidad motriz que un simple trabajo de curl de bíceps y extensión de tríceps por series convencionales.