El flato se conoce como el dolor abdominal transitorio (DAT) que aparece durante la práctica de ejercicio, impide la realización normal de este y desaparece disminuyendo o deteniendo la intensidad de la actividad. Su localización se focaliza en dos puntos concretos: la zona subcostal (por debajo de las costillas) y la zona clavicular ( menos frecuente).
Su presencia no es preocupante, pues esta considerado como una molestia benigna y auto limitada sin repercusión sobre la salud.
CAUSAS DEL FLATO
Como se ha dicho anteriormente, la causa concreta no se sabe de manera completamente segura, así pues, su aparición puede venir por un conjunto de todas:
- Hipóxia diafragmática: escasez de oxígeno en el músculo encargado de la respiración.
- Rigidez de la columna vertebral: los individuos con actitud cifótica (exceso de curvatura de la zona dorsal), tienen más riesgo de padecer flato, aunque sólo adopten esta postura cuando haya más presencia de fatiga..
- Tensión de los ligamentos que unen el estómago con el diafragma (esta hipótesis se puede considerar por su localización).
- Irritación del peritoneo (membrana que envuelve y une todos los órganos abdominales), por el rozamiento visceral durante una actividad deportiva.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
Para poder volver rápidamente a la competición, su tratamiento se basa en tres puntos:
- Modificar la pauta respiratoria:inspiraciones más profundas (respiración abdominal).
- Movilización del abdomen: estiramientos del lado afectado, presionar la zona con la mano, o contraer el abdomen voluntariamente.
- Expulsar el aire con los labios fruncidos:de esta manera la espiración es más larga.
Si su aparición es muy común, se recomienda controlar la ingesta de sólidos y líquidos antes y durante el ejercicio y visitar al fisioterapeuta para valorar una posible alteración postural.
Deseo haber resuelto dudas o ayudado a que vuestro entreno, sea cual sea la disciplina a practicar, sea más eficiente y más completo, pues no existe mayor frustración para un deportista que la obligación de detenerse cuando no quiera, sólo por la presencia de una molestia.