Antes de nada debemos saber y tener claro a la hora de planificar un entrenamiento, cual es nuestro objetivo.
Al realizar un trabajo con peso en tu entrenamiento, lo que conseguimos es una contracción de un número de fibras musculares. Según como realicemos dichos levantamientos y con que peso los realicemos, provocaremos una mayor implicación de un tipo de fibra muscular u otra (rojas, blancas o intermedias).
Si tenemos en cuenta esto podemos diferenciar claramente un entrenamiento de fuerza o uno de hipertrofia (aumento de volumen).
Entrenamiento de fuerza
- Series cortas (+/- 4 repeticiones)
- Pesos altos (entorno al 80 % de nuestra fuerza máxima)
- Las repeticiones tendrán una ejecución rápida, pero siempre controlando la técnica de ejecución del ejercicio a realizar.
- Buscamos implicación de fibras blancas (rapidas)
Entrenamiento de hipertrofia
- Series mas largas (entre 8 y 12 repeticiones)
- Un ritmo más lento (dos segundos al subir y dos segundos al bajar)
- Buscamos implicación de fibras rojas (lentas)
Como conclusión:
- Es recomendable intercalar entrenamientos de fuerza con hipertrofia
- el cuerpo humano presenta una gran capacidad de adaptación y de esta manera lograremos mejores resultados (mejoraremos la fuerza muscular y ganaremos volumen),
- Al intercalar reduciremos el riesgo de lesiones del aparato locomotor asociadas al entrenamiento.