Si lo que quieres conseguir al hacer ejercicio es quemar grasas, a la hora de comer se nos plantea la duda ¿es mejor comer antes o después de hacer ejercicio?

A diferencia de lo que se creía, que es aconsejable consumir carbohidratos antes de hacer ejercicio, unos estudios recientes parecen demostrar lo opuesto: que lo mejor sería hacer deporte en ayunas, es hacer ejercicio sin haber ingerido alimentos, para que los músculos puedan consumir las grasas acumuladas (en vez de las calorías que les aportan los alimentos).

Los deportistas y las personas que se dedican al entrenamiento físico suelen tomar carbohidratos antes de hacer ejercicios, ya que los músculos toman las calorías de esos alimentos para poder funcionar mejor. Ahora bien, si no tienen calorías para consumir, los músculos comienzan a malgastar las grasas almacenadas.

Teniendo esto en cuenta, investigadores europeos -de la Universidad de Birmingham y otras instituciones- realizaron un estudio en el cual se analizaron a dos grupos de ciclistas que entrenaron durante un mes, uno en ayunas y el otro habiendo ingerido algún alimento ayer del entrenamiento.

Luego del período de prueba, los integrantes del grupo que había ejercitado en ayunas habían perdido más kilos/libras que aquellos ciclistas que sí habían comido antes de entrenar. Pero su desempeño deportivo fue peor que el de sus colegas que habían comido.

Pero ¡ten cuidado! Frente a estos hallazgos -que refuerzan los de otras investigaciones previas que igualmente sugieren que es preferible evitar alimentarse antes de un entrenamiento físico-, algunos especialistas recomiendan ser cautelosos con esta idea y no consideran sano el hecho de hacer deporte en ayunas, ya que -por ejemplo- cuando el cuerpo está en ayunas tiene niveles bajos de azúcar y al hacer gimnasia este nivel baja aún más, lo que puede provocar mareos y otras molestias que no te permitan ejercitarte apropiadamente. Encima, advierten que es importante comer para que el cuerpo tenga los nutrientes necesarios para recuperarse luego de una sesión esforzada de ejercicios.

Por eso, antes de implementar cualquier tipo de rutina, ten en cuenta que estos estudios fueron realizados con personas sanas que realizan entrenamientos deportivos fuertes y recuerda que tanto la rutina de ejercicios como la dieta deben adaptarse a las características personales de cada uno.

Lo que comas y el tipo de actividad recomendada para ti dependerá de tu contextura física (el tipo de tu cuerpo: robusto, etc.), de la actividad que realices a diario y de si padeces o no alguna condición de vitalidad en particular, como por ejemplo, diabetes, problemas cardíacos o en tus articulaciones.

Por eso, si quieres implementar prácticas más sanas -que además te ayuden a perder kilos/libras de más- consulta con un experto cuál es la rutina más apropiada para ti y si te aconseja manducar antiguamente de hacer gimnasia. Recuerda que esta investigación está en debate y no debes tomarla como algo definitivo.

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