Detente un minuto, sentado, donde estás, coloca tu espalda recta, y toma una bocanada de aire, suéltala lentamente y observa lo que dice tu cuerpo. Notas pesadez en los hombros?, algún punto doloroso? o simplemente notas tus músculos aguantando tu estructura?. Ellos están ahí siempre, haciendo un esfuerzo contínuo para que respondas al diario ajetreo, a tu trabajo, a tus aficiones, y cada día les exigimos más, porque queremos estar más fuertes, para responder mejor.
Te has parado a pensar en su cuidado? Pues de ellos dependerás en el futuro.
El masaje en este caso es como un respiro para ellos, una puesta a punto, un vaso de agua para una estructura que se seca con el esfuerzo del día a día. El masaje nutre tus músculos y los mantiene sanos.
Agradéceselo y disfruta del masaje más adecuado para tu caso.