Si estás siguiendo un régimen dietético para perder peso seguro que tu obsesión es la dichosa báscula. Hay gente que se pesa a diario para ver si la dieta es efectiva, incluso los hay que se pesan por la mañana y por la noche para ver si a lo largo del día han perdido algo de peso.
Pesarse a diario no es bueno cuando nos proponemos perder peso, lo único que conseguiremos será crear un estado de ansiedad y obsesión que nos hará dudar de si la dieta es buena o mala y nos entorpecerá para conseguir nuestro objetivo.
Hay que tener en cuenta que a lo largo del día nuestro cuerpo sufre fluctuaciones de peso debido a la ingesta de alimentos, agua, retención de líquidos, sudoración, expulsión de sustancias de desecho… Por tanto pesarse día a día no es todo lo riguroso que se puede pensar para ver la evoluación del peso.
Lo que debemos hacer es pesarnos una vez a la semana o cada dos semanas para ver pérdidas o ganancias de peso reales y teniendo en cuenta de hacerlo siempre a la misma hora y sin haber realizado excesos el día de antes. Los expertos aconsejan pesarse recién levantado y siempre con la misma ropa o en su defecto sin ella.
Eso sí, al pesarte utiliza siempre la misma báscula, no vayas cambiando para ver cuál te pesa menos…y si utilizas la de casa mira que siempre esté calibrada porque con el uso pueden darse errores.
En definitiva lo que requiere un plan de adelgazamiento es paciencia, olvídate de números y cuida la alimentación y el ejercicio pensando que esto es lo mejor para tu cuerpo y tu salud, el tiempo pondrá los números de la báscula donde deben de estar.
Una vez perdido peso algunos expertos aconsejan pesarse a diario para evitar la ganancia con el tiempo, haciéndonos recordar el trabajo que nos costó perderlo. En mi modesta opinión es algo poco recomendable, solo se crea una obsesión en torno al peso que en ciertos casos puede desembocar en trastornos alimentarios.
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