Después de ver los aportes de otras técnicas de entrenamiento utilizadas en clases colectivas, hoy vamos a analizar los beneficios del Body Balance, una actividad de tonificación al alcance de todos.
Combinando los principios de otros métodos de entrenamiento como Yoga, Taichi o Pilates, las sesiones de Body Balance pueden convertirse en el complemento perfecto de vuestros entrenamientos en sala. Veamos los cinco beneficios principales que nos aporta el Body Balance.
El principal trabajo en las clases de Body Balance es el de tonificación de todos los grupos musculares, si bien se acentúa el trabajo de la espalda y de la zona abdominal. Tanto estos dos grupos como los isquiotibiales cuentan con tracks propios de entrenamiento en las sesiones.
A raíz del trabajo de espalda y abdominales, el equilibrio se ve muy reforzado en una clase de Body Balance. En nuestro núcleo central o core residen nuestros músculos estabilizadores, que entrenaremos a través de posiciones de danza y yoga.
La flexibilidad es otra de las características físicas básicas que entrenaremos con más énfasis en una sesión de Body Balance: la mayoría de posiciones de Pilates, Yoga y Taichi necesitan de una buena flexibilidad para realizarlas correctamente. La fexibilidad es una cualidad en la que los progresos se ven rápidamente si somos constantes en el trabajo.
La mejora de la postura corporal es uno de los más importantes beneficios de las sesiones de Body Balance, ya que se verá reflejado en nuestros movimientos de la vida cotidiana. Tener una correcta postura corporal nos hace más eficientes y evita posibles futuras lesiones.
Por último, la concentración y la consciencia sobre nuestro cuerpo, al realizarse ejercicios pausados y controlados, también se ven beneficiados. Esto podremos aplicarlo también a nuestra rutina de entrenamiento en sala para aislar músculos y trabajar de forma correcta.